Por: Caracol Radio
Medellín es una de las urbes más contaminadas de Latinoamérica, por encima de otras ciudades percibidas como altamente contaminadas como Santiago, México o Sao Paulo.

El Departamento de Antioquia no es ajeno al deterioro general del medio ambiente. Son múltiples los problemas y variadas las causas, la mayoría de ellas causadas por el hombre.
Si bien se ha avanzado en el establecimiento de políticas de protección y preservación por parte de las autoridades, apenas se han dado pasos tendientes a mejorar las condiciones de vida de los habitantes.
Tampoco se puede ocultar que aún falta mucha cultura ambiental por parte de las comunidades que no dimensionan cómo, en muchas de sus acciones diarias, se propicia el deterioro de su hábitat.
Medellín es una de las urbes más contaminadas de Latinoamérica, por encima de otras ciudades percibidas como altamente contaminadas como Santiago, México o Sao Paulo.
Dos son las causas fundamentales para esta situación: la calidad de los combustibles que se consumen en la capital de Antioquia y la topografía del Valle de Aburrá que dificulta la circulación de los vientos para mejorar las condiciones.
El diesel que se consume en Medellín tiene 4.500 partículas por millón de azufre, una cifra descomunal si se compara con las 30 partículas por millón que tienen los combustibles en Europa o incluso con las mil partículas que tiene el combustible en Bogotá.
Un estudio realizado por el grupo de epidemiología de la Universidad de Antioquia señala una cruda realidad: en Medellín la contaminación del aire reduce la función respiratoria entre un 3% y 12% frente a una región con menores niveles de contaminación como la del Oriente, aumenta los efectos orgánicos como la congestión nasal, la dificultad respiratoria, la tos, y también tiene efectos psicológicos como el aumento de la angustia, el agotamiento y la depresión.
Con Ecopetrol se han hecho algunos acuerdos que llevarán paulatinamente, a un mejoramiento de la calidad de los combustibles.
El pacto por la calidad del aire en la cual se propone una reducción del 10 % del material particulado es demasiado tímido frente a la problemática existente. El Área Metropolitana, por su parte, se ha propuesto como meta a 2011 reducir en un 60% las partículas pero no será fácil alcanzar esa meta.
Las condiciones del Río Medellín tampoco son las ideales. Entre Itagüí y Barbosa, sus aguas presentan condiciones anaeróbicas en las cuales no prospera ningún tipo de vida. Empresas Públicas ha puesto en marcha algunos proyectos de limpieza que han sido insuficientes. En el futuro inmediato y con un empréstito brindado por el BID, se construirá otra planta purificadora en el municipio de Bello.
En Antioquia, los mayores problemas se presentan en el norte, nordeste y Bajo Cauca donde la minería artesanal y los cultivos de coca, generan daños de gran magnitud al medio ambiente.
La explotación de la minas sin la tecnificación necesaria produce un aumento peligroso en los niveles de mercurio en aguas, sedimentos, plantas acuáticas, peces y por supuesto, en los seres humanos. Los cultivos de coca han generado una deforestación preocupante que ya causó deslizamientos y tragedias en la zona.
Se requieren proyectos de desarrollo de prácticas limpias en especial en la minería a pequeña escala y un programa de sustitución de cultivos que erradique las matas de coca y promueva la reforestación y la siembra de cultivos alternativos.
Antioquia posee una gran riqueza en recursos naturales, con ecosistemas de gran diversidad. No obstante, la contaminación y los daños que se causan al medio ambiente, se constituyen en un obstáculo para el desarrollo.













