Por: Carlos Medina Gallego. Docente Investigador U.N.
Este artículo sobre la economía de guerra del fenómeno paramilitar en Colombia, establece una perspectiva de análisis de la injerencia del fenómeno en el conjunto de la economía de la nación, definiendo los posibles actores y sectores articulados de forma directa e indirecta al proceso de financiación de la presencia paramilitar, en contextos de territorialidad, que desbordan la lucha contrainsurgente y se inscriben en las propias dinámicas del crecimiento económico y el desarrollo regional.
El autor parte de las explicaciones que el propio proyecto paramilitar hace de sus formas de financiación para posteriormente revisar la información y argumentación que desde distintos frentes de reflexión y análisis se vienen haciendo a este respecto, como resultado de los procesos de investigación adelantados por organismos del estado y las instituciones de derechos humanos. Se toma en consideración declaraciones particulares de contribuyentes y víctimas de la presión paramilitar sobre sus economías, cuya presentación se hace en forma genérica.

Los acuerdos de desmovilización con los grupos paramilitares convocan una reflexión sobre este actor del conflicto colombiano que permita mirar la dimensión real de la problemática que se pretende solucionar y las implicaciones que esta pueda generar a futuro. No se trate en este caso de hombres armados con el deseo de incorporarse a la vida civil e institucional después de un largo periodo al margen de ésta en una confrontación con actores institucionales y contrainstitucionales en ejercicio privado del poder de la fuerza tras propósitos definidos. No, el fenómeno del paramilitarismo es mucho más que eso
El paramilitarismo es el fenómeno militar, social, económico y político de mayor crecimiento en los últimos años, de mayor efectividad criminal en términos del ejercicio de las prácticas del terrorismo y el mejor soporte con que ha contado el Estado para el desarrollo de su estrategia de guerra contrainsurgente.
Los grupos paramilitares desplazaron a la guerrilla de importantes regiones del país, transformaron sustancialmente las relaciones con la población, aniquilaron la resistencia social y la oposición democrática de la sociedad civil, se convirtieron en nuevos agentes de la acumulación capitalista generando en el campo el fenómeno del desplazamiento forzado y por esa vía la relatifundizaciòn y la implementación de grandes proyectos agroindustriales, bajo su tutela.
Como estrategia de guerra, unieron la lucha antisubversión con la industria del narcotráfico y el respaldo al Estado en una sola concepción de la guerra irregular de derecha que fue construyendo corredores paramilitares, territorialidades propias, zonas de consolidación del fenómeno, y la irrupción de paraestados locales, que se fueron entrelazando hasta convertirse en un fenómeno nacional de poder
Los paramilitares han contado con el apoyo de amplios sectores empresariales, hacendados, ganaderos, comerciantes, instituciones de seguridad del Estado -F.F.M.M. y de Policía-, Fiscalía y gobiernos locales y regionales, tienen una significativa representación en el parlamento colombiano y una profunda afinidad con la actual administración y la concepción de estado comunitario. Su proceso ha permeado importantes sectores de la población que los apoyan y los consideran autoridad. Han demostrado la efectividad del crimen y el terror como instrumento de control social y político y de acumulación y defensa de la riqueza.
El paramilitarismo ha sostenido y desarrollado una estrecha relación con el narcotráfico hasta hacer parte de sus procesos económicos, ha organizado sus ejércitos, vigilado sus economías, desalojado campesinos y generado procesos de relatifundización narco-paramilitar en distintas zonas del país.
El paramilitarismo ha construido una estrategia de legitimación social que ha contado con un amplio apoyo de los medios de comunicación y un discurso de redención social y política de la sociedad colombiana, sobre el cual construye su "autoridad moral", generando un fenómeno de fascistización social creciente.
La consolidación de sus economías de guerra se levantaron sobre las practicas del narcotráfico, el secuestro, la extorsión, el robo de combustible, la apropiación de recursos oficiales, especialmente de carácter municipal y departamental, la expropiación de tierra y la generación de economías agroindustriales mediadas por el testaferrato, entre otros mecanismos de financiación que comprometen las economías regulares, las industrias regionales e incluso la presencia transnacional en la explotación de recursos estratégicos.
Para alcanzar el nivel de desarrollo del fenómeno recurrieron a todas las formas posible de criminalización y terror, asesinatos selectivos, masacres, magnicidios, torturas, detenciones desapariciones, sicariato, atentados, desplazamiento forzado, crímenes atroces y de lesa humanidad. Es esta la magnitud del actor que se viene desmovilizando aún sin contar con una ley de alternatividad penal, en un proceso en el que se le está solicitando a la sociedad colombiana otorgue, bajo la promesa de una paz incierta, el recurso de perdón y olvido.
En síntesis el paramilitarismo se ha convertido en un fenómeno militar, social, económico y político de una gran complejidad en los espacios local, regional y nacional, cuya percepción no puede reducirse a la de un grupo de hombres armados que operan por fuera de la ley y que ahora quieren desmovilizarse y reincorporarse a la vida social y política del país. Reinsertar el cuerpo militar sin tomar en consideración la complejidad del fenómeno equivale legalizarlo.
En lo fundamental este ensayo sobre la economía de guerra del fenómeno paramilitar en Colombia lo que busca es establecer una perspectiva de análisis de la injerencia del fenómeno en el conjunto de la economía de la nación, definiendo los posibles actores y sectores articulados de forma directa e indirecta al proceso de financiación de la presencia paramilitar, en contextos de territorialidad, que desbordan la lucha contrainsurgente y se inscriben en las propias dinámicas del crecimiento económico y el desarrollo regional.













