Por: Luis Carlos Guerrero Ortega
El emputamiento o levantamiento ciudadano acontecido en Barranquilla durante los días 7 y 8 de mayo, que culminó con la muerte de dos personas y decenas de heridos, por la agresión de la Fuerza pública, no obedece a la conducta vandálica de grupos sociales de desadaptados, como lo mostró el gobierno de la ciudad y los jefes de la policía a través de unos medios de comunicación. El levantamiento es un rechazo a la sordera y ceguera de la élite gobernante.