Por: Medellín, El Tiempo
El coeficiente Gini, que mide la desigualdad, pasó de 0,506 a 0,520, en Medellín, cifra que convierte la ciudad como la que registra el ingreso menos equitativa de Colombia.
Tal vez la conclusión más preocupante del último informe de calidad de vida 'Medellín Cómo Vamos' es que si bien los recursos públicos de la ciudad llegaron a más de $6 billones en 2014 (la inversión más significativa entre las grandes urbes del país), su coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, pasó de 0,506 a 0,520, cifra que convierte a Medellín en la ciudad con la distribución del ingreso menos equitativa de Colombia.
Foto: Archivo / EL TIEMPO
La paradoja preocupa a Piedad Restrepo, directora del informe, para quien el efecto más evidente de estos resultados es que se perciba a Medellín como una ciudad rica, aun cuando tiene las limitantes de cualquier región latinoamericana.
Al respecto, la posición del alcalde Aníbal Gaviria es otra. Durante un espacio que le dio 'Medellín Cómo Vamos' al mandatario para que respondiera a los hallazgos y recomendaciones del informe, este fue enfático en que los datos que arroja el Gini no corresponden a la realidad de la ciudad y son insuficientes para determinar sus niveles de desigualdad.
El hecho de que el indicador solo evalúe los ingresos de los ciudadanos le genera dudas al alcalde, que prefiere el índice Multidimensional de Condiciones de Vida, construido en Medellín, para referirse al tema.
Gaviria opina que la medición de la desigualdad debería mirarse con óptica de indicadores más complejos, como salud y educación, que impactan a largo plazo en los ingresos de los ciudadanos y no se reflejan todavía en el Gini.
A las contradicciones en la forma como se mide y entiende la desigualdad se sumaron otras durante la presentación.
Piedad Restrepo destacó que aunque Medellín destinó 38 de cada 100 pesos de su inversión en población vulnerable para el programa 'Buen Comienzo', que atiende a la infancia, desde el año 2012 los recursos y cobertura del programa se han desincentivado.
De acuerdo con el informe, mientras en 2011 la cobertura efectiva de Buen Comienzo llegó al 70,3 por ciento, con 84.024 niños atendidos, en 2014 la tasa disminuyó al 57,5 por ciento y el programa acogió a 62.685 menores.
Sobre esto, el alcalde fue contundente: “en este aspecto, difiero completamente del informe”, dijo. Añadió además que la inversión de 'Buen Comienzo' creció en más del 50 por ciento, y que si bien las cifras dejan ver un menor número de niños en el programa, lo que realmente sucede es que hay un grupo de menores que antes estaban en 'Buen Comienzo' y ahora se encuentran con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar por el cierre de un proceso de cualificación que la alcaldía le prestaba a Hogares Infantiles del Icbf.
Asimismo, 'Medellín Cómo Vamos' y el alcalde difirieron en el impacto de problemáticas como los desplazamientos intraurbanos.
Según el informe, si bien hubo un descenso en el 2014 (cerca de 600 personas menos que en el 2013), no fue de tanta magnitud como el ocurrido entre 2012 y 2013, cuando el número de personas que reportaron el desplazamiento cayó casi en un 40 por ciento.
Gaviria dijo que los datos utilizados por 'Medellín Cómo Vamo's son de la Personería Municipal, “pero que no incluyen la integralidad de los programas”, y que acogiéndose a la información de la Unidad de Víctimas, el panorama es mucho mejor.
Los desacuerdos, que hizo públicos el alcalde y que abarcaron otros temas como aumento del embarazo adolescente, permanencia en la educación media, inversión en gestión del medio ambiente y en espacio público, dejaron un sinsabor en Piedad Restrepo.
Para la directora “lo que ocurrió en la presentación, sobre todo en aspectos donde hacemos recomendaciones fuertes, es que la Alcaldía nos cambió la fuente, y eso no está bien, ahí no hay transparencia”.
Según explicó, dentro de la metodología del informe se acuerda previamente con la administración municipal unas fuentes claras y precisas, ellos entregan una matriz de indicadores y hay una retroalimentación permanente. “Por ejemplo, si ellos cambian una metodología de medición, nos lo hacen conocer para que haya consenso”, agregó.
Las contradicciones, dijo Restrepo, evitaron que la discusión se hiciera sobre las mismas fuentes y datos, y el objetivo de discutir política pública no fue claro.
“Si hay un caso particular donde nos equivoquemos en una cifra, la administración debe aclararlo, pero esta vez lo que sucedió fue que cambiaron la fuente en temas donde el informe hizo conclusiones fuertes”, afirmó la directora.
Además advirtió que su equipo tendrá que reunirse con la alcaldía para recordar la metodología de trabajo y propiciar un nuevo debate.
MEDELLÍN