Por: Deicy Johana Pareja M. El Tiempo
Habitantes exigen a alcaldía que inicie obras viales. Estudios técnicos señalan que no es viable.
Habitantes del barrio Jardín Las Brisas de Manrique reclaman vías. Aseguran que Alcaldía debe construirlas, pero que cada vez atrasa más el proceso y los deja a la intemperie, sin acceso a transporte.
Foto: David Sánchez/EL TIEMPO
Habitantes del barrio Jardín Las Brisas de Manrique reclaman vías. Aseguran que Alcaldía debe construirlas, pero que cada vez atrasa más el proceso y los deja a la intemperie, sin acceso a transporte.
En un barrio que no tiene transporte público, donde los habitantes cargan a los enfermos en camillas porque no hay vías y que se inunda cada que llueve vive Leidy Díaz.
Ella todos los días recorre el camino de herradura para salir a la vía principal y llegar a su trabajo, en el Centro. Cuando toca cemento se cambia los tenis viejos por unos tacones y sale a tomar el bus.
Pocos se imaginarían que ese barrio, Brisas del Jardín, en Manrique, (comuna 3), queda en la ciudad más innovadora del mundo: Medellín.
Allí viven más de 500 familias que todos los días tropiezan con piedras que hay por toda la franja que usan para llegar y salir de sus casas.
Habitantes de Manrique demandaron al municipio para que habilite una vía. Aunque un juez falló a favor del barrio no hay avances.
Díaz cuenta que en verano hay polvo y en invierno tanto pantano que les llega a las pantorrillas. Los niños no tienen donde jugar y con frecuencia se caen al tropezar con las rocas.
Entre tanto, Darío Isaza, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de Brisas del Jardín, dice que en el 2013 los vecinos interpusieron una acción de tutela en contra de la Alcaldía de Medellín para que construya una vía con andenes y pasamanos.
El Juzgado 12 Administrativo del Circuito de Medellín falló a favor de los habitantes del barrio y le ordenó al municipio que realizara los estudios técnicos y ejecutara las obras en un plazo de seis meses.
Sin embargo, cuando se venció ese tiempo, el municipio apeló la decisión argumentando que la obligación le correspondía al propietario del predio, que debió vender los terrenos con accesibilidad vial. También sustenta que el propietario es el que debe asumir las obligaciones urbanísticas.
Isaza explica que la apelación atrasó el proceso cuatro meses más, pero que el Juzgado emitió un segundo fallo a favor del barrio.
“El juez dio a la alcaldía un nuevo plazo de seis meses que se venció en diciembre pasado, pero nadie ha hecho visitas a la zona para estudiar ni hacer diseños”, dice el edil.
Por su parte, Juan Martín Salazar, subsecretario técnico de la Secretaría de Infraestructura, explica que desde que el juez falló a favor de los demandantes, la alcaldía tomó acciones y que todavía no se ven las obras porque los estudios y diseños tardan tiempo.
También aclara que los estudios técnicos arrojaron que hay viabilidad para construir la zona peatonal, pero no para la vía vehicular. “La razón radica en que hay difíciles condiciones topográficas y porque el ancho de la faja es demasiado angosto”, agrega.
Igualmente, dice que para ampliar la vía habría que adquirir predios y que eso no es posible por ahora porque esos terrenos tienen un problema legal.
Según detalla, la vía peatonal está en diseños y que está próxima a iniciar obras. Mientras tanto, los habitantes se sienten excluidos de la ciudad porque no tener vía les quita beneficios tan sencillos como el transporte público o el servicio de una ambulancia.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
MEDELLÍN